Los caballos son animales fuertes y resistentes, pero como cualquier atleta, también pueden sufrir lesiones si no reciben el cuidado adecuado.

Tanto si montas por placer como si participas en competiciones ecuestres, es fundamental conocer las lesiones más comunes en caballos y cómo prevenirlas para garantizar su bienestar y evitar problemas que puedan afectar su rendimiento o calidad de vida.

En este artículo, exploraremos las lesiones más frecuentes en los caballos, cómo reconocerlas a tiempo y qué medidas puedes tomar para prevenirlas.

Lesiones en los cascos: la base de la salud del caballo

Los cascos de los caballos soportan todo su peso y están en constante contacto con el suelo, lo que los hace vulnerables a diversas afecciones.

lesiones más comunes en los cascos

  • cojera por abscesos: infecciones en el casco que provocan dolor e inflamación.
  • laminitis: inflamación grave en la parte interna del casco, que puede ser muy dolorosa y afectar la movilidad del caballo.
  • grietas en los cascos: pueden deberse a un mal mantenimiento o a terrenos demasiado duros o secos.

cómo prevenirlas

  • revisión frecuente: inspecciona los cascos de tu caballo a diario para detectar grietas, acumulación de suciedad o signos de infección.
  • higiene adecuada: limpia los cascos con un limpiacascos después de cada sesión de monta.
  • herrado correcto: asegúrate de que el herraje sea el adecuado para el tipo de terreno y el uso del caballo.
  • alimentación equilibrada: una dieta rica en biotina y minerales esenciales ayuda a mantener los cascos fuertes.

Lesiones en tendones y ligamentos: un problema silencioso

Los tendones y ligamentos de los caballos están sometidos a mucho esfuerzo, especialmente en disciplinas como el salto o la doma.

lesiones más comunes en tendones y ligamentos

  • tendinitis: inflamación de los tendones debido a sobrecarga o esfuerzo excesivo.
  • desgarros en los ligamentos: pueden ocurrir por movimientos bruscos o pisadas incorrectas.

cómo prevenirlas

  • calentamiento y enfriamiento: es fundamental calentar al caballo antes de la actividad y permitirle enfriar progresivamente después del ejercicio.
  • control del peso: un caballo con sobrepeso tendrá mayor presión en sus tendones y ligamentos.
  • descanso adecuado: evita el sobreentrenamiento y permite períodos de descanso entre sesiones intensas.
  • superficies de entrenamiento adecuadas: montar en terrenos demasiado duros o inestables aumenta el riesgo de lesiones.

Problemas en las articulaciones: desgaste y artritis

El desgaste articular es común en caballos que llevan años de actividad intensa, pero también puede afectar a caballos jóvenes si no se cuidan correctamente.

lesiones más comunes en articulaciones

  • artritis: inflamación crónica de las articulaciones, que provoca dolor y rigidez.
  • sinovitis: inflamación del líquido sinovial, que lubrica las articulaciones.

cómo prevenirlas

  • suplementos articulares: el uso de suplementos con glucosamina y condroitina puede ayudar a mantener las articulaciones saludables.
  • monta progresiva: no fuerces al caballo con entrenamientos intensos sin una preparación gradual.
  • evitar sobrecargas: no exigir al caballo más de lo que su edad o condición física le permite.

Heridas y cortes: accidentes imprevistos

Los caballos son curiosos y activos, por lo que pueden sufrir heridas o cortes con facilidad, especialmente si se encuentran en un entorno con objetos peligrosos.

cómo prevenirlas

  • mantenimiento del establo y paddock: revisa regularmente las instalaciones para asegurarte de que no haya clavos, bordes afilados o elementos peligrosos.
  • uso de vendas o protectores: si tu caballo suele golpearse las patas durante el ejercicio, usa protectores adecuados para evitar heridas.
  • control de la convivencia con otros caballos: algunos caballos pueden ser dominantes y generar conflictos, lo que puede derivar en mordeduras o golpes.

Problemas respiratorios: el peligro del polvo y la humedad

Los caballos pueden desarrollar enfermedades respiratorias si se encuentran en un ambiente con mala ventilación o si inhalan demasiado polvo del heno o la arena.

problemas respiratorios más comunes

  • enfermedad pulmonar obstructiva crónica (epoc): inflamación crónica de las vías respiratorias, similar al asma en humanos.
  • infecciones respiratorias: pueden deberse a virus o bacterias presentes en ambientes húmedos o poco ventilados.

cómo prevenirlas

  • buena ventilación: asegúrate de que el establo tenga una buena circulación de aire.
  • calidad del heno: evita heno con exceso de polvo o moho, ya que puede afectar la respiración del caballo.
  • descansos en entrenamientos intensos: un esfuerzo excesivo sin descanso puede provocar problemas en los pulmones del caballo.

El bienestar de un caballo depende en gran medida de la prevención de lesiones y enfermedades. Revisar sus cascos, cuidar su alimentación, evitar el sobreentrenamiento y mantener un ambiente adecuado son claves para mantenerlo sano y feliz.

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